En esta obra destaca la ejecución del diseño planteado para la fachada mirador, que reinterpreta el lenguaje de su entorno, rompiendo la restricción en el tamaño de los huecos y depurando sus formas. Las barandillas y carpinterías parecen desaparecer, eliminando cualquier obstáculo a la vista desde el interior de las viviendas y a la entrada de luz natural desde el exterior. Por último, la madera de los aleros aporta calidez y contribuye a la integración.